Dar prioridad al desarrollo sostenible frente al crecimiento económico es el imperativo político de nuestros tiempos. Para ello, los dirigentes deben cumplir con la seguridad hídrica y garantizar que el agua es un instrumento y no un gran obstáculo para el desarrollo económico. ?Qué se necesita para que esto ocurra?

Convocar a todas las partes

La Asociación Mundial para el Agua se creó en 1996 para defender la aplicación de la gestión integrada de los recursos hídricos y, desde entonces, ha generado un corpus de conocimientos importante en este sentido. La Asociación Mundial para el Agua se alegró cuando se incorporó un Objetivo de Desarrollo Sostenible que tratase sobre el agua, el ODS 6 —“garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”— a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en el que se incluye una meta específica (6.5) para la aplicación de la gestión integrada de los recursos hídricos. Este enfoque integrado se ha convertido en un compromiso político mundial.

Uno de los principios fundamentales de la gestión integrada de los recursos hídricos es “un enfoque participativo que involucra a los usuarios, a los planificadores y a los responsables de formular políticas a todos los niveles”. La Asociación Mundial para el Agua también celebró que la Agenda 2030 solicitara el compromiso y la colaboración de toda la sociedad para propiciar el cambio transformacional a gran escala necesario para abordar los desafíos mundiales mediante el ODS 17, “Revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible”. Este enfoque inclusivo es fundamental para resolver los problemas relacionados con el agua, la mayoría de los cuales derivan de la creciente demanda de los diferentes usuarios. El agua está presente en todas partes: en la comida, la salud, la energía, la migración, el empleo, la pobreza, las soluciones al cambio climático y el socorro en caso de desastres. Si todo sigue igual —es decir, si continuamos con un enfoque fragmentado en el que cada sector actúa de manera unilateral—, finalmente harán falta tres planetas para satisfacer nuestras necesidades de agua. Para alcanzar un mundo en el que se garantice el abastecimiento seguro de agua, todos los usuarios implicados deberán compartir el agua de manera más general y deberán comprender que si los recursos aguas arriba no se gestionan de manera sostenible, puede que el pozo se seque para todos.

La primera solución para garantizar el abastecimiento seguro de agua y mantener el crecimiento es la inclusión de las diferentes partes interesadas, utilizando así el ODS 17 para el ODS 6. La red local/nacional/regional/mundial de la Asociación Mundial para el Agua incluye a las partes interesadas —los gobiernos, la sociedad civil y las empresas— que tienen poder para resolver los problemas relacionados con el agua. Nuestra red sobre el terreno ofrece el conocimiento, la capacidad y la flexibilidad de responder con rapidez para que se pueda ejercer la voluntad política con el objetivo de alcanzar la seguridad hídrica a tiempo.

Como ejemplo, la Asociación Mundial para el Agua aprovechó la red de las partes interesadas en 2017 para adelantar el proceso de presentación de informes sobre el ODS 6. Junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Deutsches Hydrographisches Institut (DHI), el organismo custodio del indicador del ODS de la meta 6.5.1, que mide el grado de aplicación de la gestión integrada de los recursos hídricos, la Asociación Mundial para el Agua convocó 30 talleres para recopilar datos individuales de cada país. Los resultados de los talleres formarán parte de los datos de referencia del ODS 6 que se incluirán en el Informe de síntesis 2018 sobre el ODS 6 relacionado con el agua y el saneamiento en la Agenda 2030 de ONU-Agua, 1, lo que servirá como aportación al foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible de julio de 2018.?Los talleres resaltaron los ámbitos prioritarios nacionales para la gestión integrada de los recursos hídricos, que se utilizarán para dise?ar medidas para seguir avanzando en el ODS 6.

Dinero

Las “crisis del agua” se sitúan entre los riesgos mundiales principales de los últimos a?os del Global Risks Report del Foro Económico Mundial. El informe de 2017 se?ala que “…el cambio de las pautas meteorológicas y las crisis del agua pueden acarrear o agravar los riesgos geopolíticos y sociales, como los conflictos nacionales o regionales o la migración involuntaria, sobre todo en zonas frágiles desde el punto de vista geopolítico”.2 A pesar de que el Acuerdo de París no estableció una conexión explícita entre el cambio climático y el agua, es evidente que están relacionados. Así, el agua es el sector prioritario del que más se habla en las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional de los países del Acuerdo de París.

El informe de 2016 de la New Climate Economy calcula que, para prevenir los peores efectos del cambio climático, se necesitará una inversión neta adicional de 4 billones de dólares.3 Somos conscientes de que no todo este dinero procede de la financiación pública. Afortunadamente, los directores generales de diferentes industrias han mostrado sus esfuerzos para abordar la destrucción climática mediante compromisos para la reducción de la huella de carbono y la participación en la gestión sostenible de recursos.

La segunda solución es la necesidad de alianzas entre el sector privado y el público para financiar la seguridad hídrica. La relación entre los recursos hídricos y el crecimiento económico (ODS 8, “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”) se manifestó en el decisivo estudio realizado por la Asociación Mundial para el Agua y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, que se publicó en 2015.4 La inseguridad hídrica supone un costo para la economía mundial de aproximadamente 500.000 millones de dólares al a?o. Esta cifra no tiene en cuenta las repercusiones medioambientales, por eso, la carga total para la economía mundial podría suponer el 1% o más del producto interno bruto mundial.

Las comunidades que más necesidades de financiación tienen precisarán apoyo para identificar y elaborar proyectos para la inversión, sobre todo para la adaptación. Los proyectos que fomentan la adaptación y la resiliencia son fundamentales, aunque a menudo no financiables en el sentido tradicional, si no se tienen en cuenta los factores externos de los posibles costos derivados del cambio climático. El desafío consiste en garantizar que la noción de financiabilidad es lo suficientemente integral como para incluir a los sectores más pobres. Mediante la creación de capacidad para el desarrollo de proyectos, la Asociación Mundial para el Agua ayudó a recaudar, desde 2014, casi 20 millones de euros de financiación frente al cambio climático para las comunidades vulnerables de ?frica. La aplicación de estos planes de inversión tiene el potencial para proteger a casi 74 millones de personas frente a las crisis del agua.

Está claro que la comunidad mundial tiene que ser capaz de apreciar más el valor del agua. Por eso, a petición del Grupo de Alto Nivel sobre el Agua5 —una iniciativa del Secretario General de las Naciones Unidas y del Presidente del Grupo Banco Mundial—, la Asociación Mundial para el Agua convocó consultas regionales sobre la valoración del agua a lo largo de 2017.6 Las partes interesadas, entre ellas, organizaciones no gubernamentales, pueblos indígenas, grupos confesionales, gobiernos, mujeres, jóvenes y organizaciones lucrativas abordaron los diferentes valores del agua. Entre ellos se encuentran las dimensiones culturales, espirituales y medioambientales, así como la delicada cuestión del valor económico del agua y su precio. Las ideas de los participantes se incorporaron en el documento sobre la valoración del agua, que sirvió como referencia para las medidas del Grupo de Alto Nivel sobre el Agua en las Naciones Unidas en septiembre de 2017.

Más que dinero

Aunque el dinero es importante, no lo es todo. En un acto sobre financiación del ODS 6 celebrado en Estocolmo (Suecia) el 29 de agosto de 2017, el Director Ejecutivo del Fondo Verde para el Clima, Howard Bamsey, se?aló que la clave para desbloquear la financiación para el agua y la adaptación es la gobernanza. Apuntó además que la financiación necesaria para alcanzar la seguridad hídrica existe, pero advirtió de que el sector privado no invertirá hasta que la gobernanza del agua sea correcta, desde el desarrollo de políticas, leyes y normativas hasta los acuerdos de gobernanza locales.

Con la cantidad de riesgos de escasez de agua que existen, la solución es la mejora de la gestión y la gobernanza del agua. Los problemas actuales relacionados con el agua suelen estar relacionados con la gestión, por ejemplo, políticas hídricas, marcos legales y capacidad institucional. Aunque la mayoría de los problemas relacionados con el agua son específicos de su ubicación, las soluciones son similares e implican la cooperación intersectorial, la información de las partes interesadas, la fiabilidad de la información, la capacitación de las instituciones y la transparencia en la toma de decisiones y la distribución de los beneficios.

Estas estrategias de gobernanza se conocen como “medios propicios”, los cuales constituyen la tercera solución para garantizar el abastecimiento seguro de agua y mantener el crecimiento. La financiación del medio propicio y todos los elementos que constituyen la buena gestión de los recursos hídricos es la mejor póliza de seguro para acelerar la consecución de un mundo en el que exista seguridad hídrica.

El refuerzo de las instituciones y los actores para resolver los problemas relacionados con el agua genera un entorno propicio para la inversión, lo que constituye un espacio seguro para que las empresas mantengan sus estrategias de gestión de los recursos hídricos y sus cadenas de valor. Las inversiones en seguridad hídrica son especialmente catalíticas: un modo eficaz de reducir la pobreza, mejorar el acceso al agua limpia y al saneamiento, proteger los ecosistemas y promover la resiliencia al cambio climático en las comunidades frágiles de forma que se fomente la inclusión social y de género.

Si se gestiona correctamente, el agua facilita el crecimiento sostenible y sirve como solución para muchos de los desafíos de la Agenda 2030, desde el logro de la seguridad alimentaria y energética hasta la reducción de la pobreza, la creación de sociedades equitativas, la reducción del riesgo de desastres y la lucha contra el cambio climático.

En la actualidad, la comunidad mundial cuenta con un objetivo dedicado al agua, el ODS 6. Sin embargo, muchos responsables de la toma de decisiones no tienen demasiados conocimientos sobre este tema y, por tanto, existe el peligro de que se considere una prioridad menor. Por este motivo, la Asociación Mundial para el Agua pretende presentar la campa?a “Act on SDG 6” el Día Mundial del Agua, el 22 de marzo de 2018. El objetivo de esta campa?a es instar a los responsables de la toma de decisiones a que den prioridad al ODS 6 y comprendan su relación fundamental con otros ODS. La campa?a concienciará sobre la necesidad de crear alianzas entre las diferentes partes interesadas (ODS 17), lo que puede presentar resultados sobre el terreno para la mejora de la gestión de los recursos hídricos (ODS 6).

La campa?a coincide, como es natural, con la Campa?a en pro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas,7 destinada a apoyar a las Naciones Unidas en todo el sistema y a los Estados Miembros en la defensa y el compromiso público por la aplicación de los ODS. La Asociación Mundial para el Agua estará con las Naciones Unidas en representación del ODS 6 y los objetivos relacionados con el agua.

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, lo resumió muy bien cuando dirigió la presentación de información de alto nivel sobre seguridad hídrica al Consejo de Seguridad en junio de 2017: “Sin una gestión eficaz de los recursos hídricos, nos arriesgamos a que se produzcan controversias intensas entre las comunidades y los sectores y tensiones aún mayores entre las naciones”.8 El agua es el pilar de la salud y el bienestar humanos y del desarrollo económico. Si se gestiona correctamente, propicia el desarrollo y contribuye a la prosperidad y la paz. Dejemos ese legado a la próxima generación.

Notas

  1. ONU-Agua, Informe de síntesis 2018 sobre el ODS 6 relacionado con el agua y el saneamiento en la Agenda 2030 (Ginebra, Suiza, próxima publicación). Disponible en .
  2. Foro Económico Mundial, The Global Risks Report 2017, 12? ed. (Ginebra, Suiza, 2017), pág. 16. Disponible en .
  3. New Climate Economy, Global Commission on the Economy and Climate, “The sustainable infrastructure imperative: financing for better growth and development”, The 2016 New Economy Report (Washington, D.C., New Climate Economy, World Resources Institute, 2016), pág. 4. Disponible en /pga/71/wp-content/uploads/sites/40/2017/02/New-Climat....
  4. Claudia W. Sadoff et al., Securing Water, Sustaining Growth: Report of the GWP/OECD Task Force on Water Security and Sustainable Growth (Oxford, Reino Unido, University of Oxford, 2015). Disponible en .
  5. Para obtener más información, véase .
  6. Para obtener más información, véase .
  7. Para obtener más información sobre la Campa?a en pro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, véase .
  8. S/PV.7959. Disponible en .