Las Naciones Unidas desempe?an un papel fundamental en la superaci車n de uno de los principales desaf赤os del mundo de hoy y en el aprovechamiento de una de las mayores oportunidades que ofrece: cerrar la brecha digital entre los pa赤ses y dentro de ellos.

Es innegable la importancia de contar con comunicaciones accesibles y pertinentes para fomentar el desarrollo nacional, la realizaci車n social y la dignidad humana. Mientras m芍s comunicada sea una sociedad, mayores oportunidades generar芍. De aqu赤 la urgencia de abrir las puerta de la informaci車n y las comunicaciones al mayor n迆mero posible de personas. Todas la plataformas y todos los medios de difusi車n son pertinentes a este efecto. Sin embargo, la clave de la ecuaci車n contempor芍nea radica en la conectividad digital generalizada, lo que significa realzar las tecnolog赤as de la informaci車n y las comunicaciones (TIC) en el mundo en desarrollo hasta llevarlas al nivel que ocupan en la mayor赤a de los pa赤ses desarrollados.

Este es el verdadero sentido de la supresi車n de la brecha digital. No se trata de una cuesti車n de recursos y tecnolog赤a ni de equipo y programas inform芍ticos. Es tambi谷n una cuesti車n de prioridades sensatas, buenas pol赤ticas, liderazgo inteligente, decisiones transparentes y participaci車n de la poblaci車n.

En este sentido, la buena noticia es que ya las Naciones Unidas est芍n trabajando con ahinco para cerrar la brecha digital y tienen disposici車n y capacidad para hacer m芍s. La mala noticia es que el desaf赤o es inmenso y el 谷xito final depende de una diversidad de actores y factores que incluyen a los gobiernos nacionales y locales, las organizaciones p迆blicas y las empresas privadas y las mejoras t谷cnicas, as赤 como voluntad pol赤tica y libertad.

A fin de ampliar su papel y lograr mayores adelantos, las Naciones Unidas deben obrar en dos direcciones; maximizar su repercusi車n directa y aprovechar el poder de todas las partes interesadas pertinentes, tanto del lado de la oferta como del lado de la demanda de los servicios de comunicaciones.

Existen evidencias cada vez mayores de que la brecha digital est芍 correlacionada con tres conjuntos de cuestiones principales:

  • El desarrollo econ車mico, que determina la capacidad de cada pa赤s, o de cada una de sus regiones, para establecer y mejorar constantemente la conectividad necesaria.
  • Las iniciativas p迆blicas y privadas en materia de inversi車n, que determinan la utilizaci車n de los recursos disponibles y su asignaci車n a esferas decisivas como la educaci車n, la infraestructura digital y los servicios pertinentes.
  • Las condiciones pol赤ticas que, o bien fomentan o bien estorban, las posibilidades de las personas, los grupos y las empresas para obtener y compartir libremente informaci車n, opiniones y otras formas de expresi車n.

Es evidente que la reducci車n de la brecha digital no es solo una cuesti車n de m芍s recursos, sino de c車mo se utilizan y en qu谷 condiciones. Por ejemplo, hay pa赤ses o regiones de capacidad financiera muy limitada que han mejorado espectacularmente el acceso a los tel谷fonos celulares o a Internet, gracias a empresarios privados que han actuado en un contexto de respeto del estado de derecho, transparencia y libertad pol赤tica. Sin embargo, tambi谷n hay algunos Estados que limitan deliberadamente el acceso al intercambio de comunicaciones, ya sea prohibiendo el acceso a una infraestructura adecuada existente, o erigiendo barreras para su utilizaci車n sin restricciones. Desde luego, muchos pa赤ses desean y necesitan diseminar las comunicaciones y mejorar la educaci車n, pero sencillamente carecen de fondos para avanzar. Merecen que se les ayude. Por tanto, nos vemos ante diferentes brechas digitales de diversos grados, causas y dificultades. Ante esta realidad, en el terreno de las TIC, como en muchas otras cuestiones relacionadas con el desarrollo, no existe ninguna estrategia 迆nica que pueda seguirse.

Al mismo tiempo, hay cada vez m芍s evidencias de que el crecimiento econ車mico, el tama?o del mercado, las inversiones acertadas, la penetraci車n de la educaci車n, la voluntad del empresariado, los mercados din芍micos, los reglamentos adecuados y transparentes y la libertad pol赤tica son factores que conducen todos al dinamismo, la disponibilidad y la asequibilidad de las TIC. Los datos publicados por la Uni車n Internacional de Telecomunicaciones (UIT) el 16 de mayo de 2011 indican algunas tendencias alentadoras respecto de la penetraci車n y el nivel de los precios de las TIC en todo el mundo. Entre 2008 y 2010, el precio medio mundial de las conexiones de alta velocidad a Internet se redujo en m芍s de 50%; el de los tel谷fonos celulares se redujo en 22% en tanto que el n迆mero de suscripciones aument車 de 4.000 millones a 5.300 millones en todo el mundo.

La UTI comunic車 que la mayor disminuci車n de servicios fijos de banda ancha ocurri車 en el mundo en desarrollo, donde tambi谷n ha venido disminuyendo el precio de las l赤neas m車viles. No obstante, esta tendencia tambi谷n tiene un lado oscuro, a saber, la enorme diferencia en gastos relativos existente entre los pa赤ses desarrollados y los pa赤ses en desarrollo. De acuerdo con la UTI, mientras que en gran parte de Europa y en los pa赤ses de ingresos altos de la regi車n de Asia y el Pac赤fico los precios representan menos del 1% del producto interno bruto per c芍pita, para los pa赤ses en desarrollo aumenta a un 17% por t谷rmino medio, que var赤a mucho entre ellos. As赤 pues, reducir las diferencias en precios relativos es otro de los grandes obst芍culos para la utilizaci車n generalizada de las TIC por las poblaciones de los pa赤ses en desarrollo.

Con objeto de elevar al m芍ximo su repercusi車n directa en un contexto tan complejo, las Naciones Unidas est芍n dedicadas a fomentar la conciencia pol赤tica y el compromiso entre los Estados, mejorar la disponibilidad de recursos y proporcionar asistencia y capacitaci車n t谷cnicas. Por ejemplo, en 1993, a solicitud de la Organizaci車n de las Naciones Unidas para la Educaci車n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Asamblea General declar車 el 3 de mayo D赤a Mundial de la Libertad de Prensa, subrayando la importancia de las comunicaciones abiertas y los medios de difusi車n libres para los seres humanos y para las sociedades, como fundamentos de los derechos civiles y pol赤ticos y como instrumentos para lograr el desarrollo inclusivo.

La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Informaci車n, que se celebr車 en T迆nez en noviembre de 2005 y estuvo precedida por conferencias regionales preparatorias, aprob車 un ambicioso programa de promoci車n de las TIC para el desarrollo. En 2006, el 17 de mayo fue declarado D赤a Mundial de la Sociedad de la Informaci車n, con lo cual se puso de relieve la pertinencia de los nuevos medios de comunicaci車n y tecnolog赤as, as赤 como la urgencia de reducir la brecha entre los acaudalados y los necesitados.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y otros organismos y programas de las Naciones Unidas han proporcionado asistencia t谷cnica y conocimientos especializados a los Estados Miembros en esferas relacionadas con las TIC, incluida una reglamentaci車n adecuada. Tambi谷n se ha proporcionado a los sectores p迆blico y privado capacitaci車n en la utilizaci車n de los nuevos medios de comunicaci車n y redes sociales.

Tal vez sea representativo del a?o 2000 el hecho de que cuando se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio ninguno estuvo directamente relacionado con las TIC. Por otra parte, mientras m芍s metas de los ODM se cumplan, mayor ser芍 el impacto sobre las posibilidades de acceso a las comunicaciones.

Puesto que el acceso en gran escala a las TIC depende de tantas partes interesadas, desde los ciudadanos hasta las grandes empresas, incluidas las instituciones acad谷micas, las organizaciones comunitarias y las organizaciones no gubernamentales (ONG), hay una palabra clave para maximizar la repercusi車n de las Naciones Unidas m芍s all芍 de sus acciones directas: asociaciones. No solo se trata de que las Naciones Unidas se asocien directamente con actores externos (no estatales). Tambi谷n es importante promover, a nivel nacional e internacional, asociaciones eficaces entre las entidades comerciales y las instituciones acad谷micas, entre las diversas comunidades o entre las organizaciones de base y posibles "芍ngeles" proveedores de apoyo o inversores. Y, desde luego, estimular un claro compromiso de los donantes de apoyar iniciativas bien dirigidas en el mundo en desarrollo.

La promoci車n de asociaciones tambi谷n consiste en crear, compilar e intercambiar buenas pr芍cticas para multiplicar el efecto de los recursos limitados o para aplicar medios eficaces rentables y pertinentes desde el punto de vista cognitivo que permitan incorporar las TIC en los procesos de educaci車n acad谷mica y no acad谷mica.

Mediante su Oficina para las Asociaciones de Colaboraci車n, las Naciones Unidas han hecho notables avances en el est赤mulo de la colaboraci車n entre diferentes interesados en esferas como la innovaci車n social, el empresariado, la colaboraci車n comercial para la consecuci車n de los ODM y la promoci車n democr芍tica. No obstante, pese a su acertada gesti車n y su creciente impacto, todav赤a la Oficina no ha llegado a ser reconocida como una operaci車n principal en el sistema de las Naciones Unidas. Por tanto, dada la naturaleza de la brecha digital, puede que haya llegado la hora de comenzar a pensar en una ampliaci車n del papel y los recursos de la Oficina en esa esfera y de dotarla de m芍s recursos.

Por conducto de la sociedad civil podr赤an abrirse tambi谷n grandes posibilidades a nivel nacional e internacional. Existe un amplio margen para mejorar y reactivar la Red de la Sociedad Civil del Consejo Econ車mico y Social, aprovechar las relaciones del Departamento de Asuntos Econ車micos y Sociales de las Naciones Unidas con m芍s de 13.000 organizaciones de la sociedad civil que figuran en su base de datos, y procurar medios para hacer participar activamente a las ONG afiliadas al Departamento de Informaci車n P迆blica de las Naciones Unidas en la promoci車n de las TIC en los pa赤ses en desarrollo. Podr赤an establecerse asociaciones de ONG locales responsables con oficinas y programas locales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, dirigidas a la creaci車n de medios innovadores para reducir, a nivel nacional, la brecha digital. A fin de multiplicar las posibilidades de las asociaciones, las Naciones Unidas seguramente necesitar芍n recursos, pero m芍s a迆n necesitar芍n apertura, flexibilidad y creatividad por parte de su personal y, en especial, de los Estados Miembros, para superar la renuencia tradicional a establecer contactos con otras partes interesadas emergentes.

El papel fundamental que desempe?aron diferentes plataformas pluralistas con base en la Internet en la Primavera ?rabe, sin un control central de las operaciones, ha hecho patente su importancia como fuentes de cambio social y pol赤tico; y tambi谷n, desde el punto de vista de los gobiernos autoritarios, como peligros para la estabilidad impuesta verticalmente.

Son muchas y muy importantes las cuestiones que est芍n en juego: desde el tan necesario desarrollo hasta los derechos humanos, las oportunidades individuales y colectivas y la transformaci車n potencial de las ecuaciones de poder tradicionales.

Ese es un ejemplo m芍s de que no existe una soluci車n 迆nica para reducir la brecha. Tampoco existen pociones m芍gicas para mejorar de inmediato las infraestructuras, la disponibilidad, la asequibilidad y la utilizaci車n de las TIC. Ahora bien, sabemos que determinadas condiciones favorecen m芍s que otras el desarrollo de esas tecnolog赤as, entre ellas las pol赤ticas adecuadas, las prioridades claras, la transparencia institucional y los sistemas pol赤ticos abiertos. Adem芍s, los l赤deres del sector p迆blico y el sector privado est芍n aprendiendo cada vez m芍s mejores pr芍cticas para la creaci車n del tipo de servicios, sistemas y m谷todos capaces de explotar todo el potencial de los recursos disponibles.

Gracias a su legitimidad, liderazgo, conocimientos pertinentes, experiencia acumulada, capacidad institucional y naturaleza y presencia mundiales, las Naciones Unidas desempe?an un papel principal en la prestaci車n de ayuda a los pa赤ses para que superen los desaf赤os y aprovechen las oportunidades que les depara el desarrollo de las TIC. Ahora bien, se trata de una responsabilidad compartida que depende en gran medida del compromiso de los Estados Miembros y de su disposici車n a encaminar a las Naciones Unidas en esa direcci車n.