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6 de diciembre de 2020

Antes de que la COVID-19 nos separase de nuestros cielos y de los dem¨¢s, el transporte a¨¦reo ofrec¨ªa a los ciudadanos, las sociedades y las empresas de todo el mundo una conectividad ¨²nica y unos beneficios socioecon¨®micos considerables.

Antes de la pandemia, cerca de 4.500 millones de pasajeros y 60 millones de toneladas de flete se trasladaban a diario en poco menos de 40 millones de vuelos. Al mismo tiempo, los efectos directos e indirectos de la aviaci¨®n generaban empleo y carreras profesionales sostenibles para m¨¢s de 88 millones de hombres y mujeres en todo el mundo, todo ello mientras contribu¨ªan con m¨¢s 3,5 billones de d¨®lares al producto interno bruto mundial.

La magnitud de estas contribuciones concuerda con el hecho de que, de los 12 millones de pasajeros que sol¨ªan volar al d¨ªa antes de la pandemia, m¨¢s de la mitad eran turistas internacionales. Asimismo, tambi¨¦n reflejan la capacidad ¨²nica que posee el transporte a¨¦reo para conectar a los productores locales con los proveedores m¨¢s lejanos y a los proveedores locales con los mercados lejanos.

Adem¨¢s de estos indicadores macroecon¨®micos, tampoco nos podemos olvidar de los beneficios b¨¢sicos para la calidad de vida que nos corresponden a cada uno de nosotros como ciudadanos del mundo a la luz de la cooperaci¨®n diplom¨¢tica de los Estados en materia de aviaci¨®n internacional.

Ya sea en relaci¨®n con nuestros deseos naturales de explorar la diversidad ecol¨®gica, hist¨®rica o cultural de nuestro planeta o simplemente para volver a conectarnos con amigos y seres queridos que se encuentran lejos, la capacidad de viajar de una manera r¨¢pida y segura a cualquier parte del mundo nos afecta a todos en formas que muchos dan por sentado.

Desde un punto de vista general, la mejora de la prosperidad mundial que se estaba alcanzando a trav¨¦s de esta din¨¢mica de avances en el ¨¢mbito de la aviaci¨®n estaba contribuyendo a que los pa¨ªses de todo el mundo invirtieran en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y los alcanzasen en el per¨ªodo anterior a la pandemia.

La Organizaci¨®n de Aviaci¨®n Civil Internacional (OACI) ha estado supervisando estas aportaciones del sector de la aviaci¨®n a 15 de los 17 ODS, lo que demuestra hasta qu¨¦ punto nuestra prosperidad socioecon¨®mica, tanto individual como colectiva, depende de nuestras conexiones a¨¦reas de los unos con los otros.

Inicio de la pandemia

La capacidad de la aviaci¨®n para impulsar estos beneficios en la esfera mundial se detuvo por completo a principios de este a?o, cuando la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) determin¨® finalmente que la COVID-19 representaba una emergencia de salud p¨²blica de importancia internacional (ESPII). De manera r¨¢pida y prudente, los pa¨ªses cerraron sus fronteras para contener la propagaci¨®n de la pandemia y, en abril de 2020, el n¨²mero de personas que volaban se hab¨ªa desplomado en m¨¢s de un 90 %.

En estos momentos, la OACI calcula que, durante este a?o, se ha producido un descenso en la cifra global de pasajeros del 60 %, as¨ª como una p¨¦rdida de ingresos sectoriales de cerca de medio bill¨®n de d¨®lares. A principios de noviembre de 2020, se hab¨ªan cerrado m¨¢s de la mitad de las rutas internacionales a las que antes prestaban servicio las aerol¨ªneas y los aeropuertos.

A corto plazo, es probable que esta tendencia se mantenga, incluso aunque empiece a hacerse realidad la promesa de nuevas vacunas y soluciones de an¨¢lisis. Es probable que no se produzca ninguna recuperaci¨®n significativa de la red de transporte a¨¦reo internacional hasta 2022, y el regreso a las tendencias de crecimiento anteriores a la pandemia podr¨ªa tardar unos cuantos a?os m¨¢s despu¨¦s de que eso ocurra.

Al interrumpir nuestras conexiones a¨¦reas internacionales de este modo, la COVID-19 ha alejado a los negocios de sus clientes y a los turistas de sus destinos, y ha planteado unas amenazas desproporcionadas para las personas pobres y vulnerables.

Las naciones sin litoral y las peque?as naciones insulares se han visto especialmente afectadas por estos efectos, pero, en realidad, las profundas repercusiones negativas y en cascada sobre el transporte, el turismo y muchos otros ¨¢mbitos del desarrollo socioecon¨®mico se est¨¢n notando en los pa¨ªses de todo el mundo. En consecuencia, se han puesto en peligro cientos de millones de medios de vida.

Los dirigentes de los sectores p¨²blico y privado tambi¨¦n deben reconocer que un mundo no conectado a trav¨¦s de vuelos programados es un mundo en el que los pa¨ªses se enfrentar¨¢n a graves problemas en relaci¨®n con sus necesidades a corto y largo plazo de suministro de alimentos, productos y equipos m¨¦dicos, as¨ª como muchas otras mercanc¨ªas perecederas y de gran valor. La actividad del comercio electr¨®nico, que depende en gran medida de los servicios a¨¦reos de carga y ha sido un modelo de crecimiento econ¨®mico durante la pandemia, tambi¨¦n se ver¨ªa seriamente limitada en todo el mundo.

Estos efectos, sumados a las p¨¦rdidas de m¨¢s puestos de trabajo en todo el mundo, reducir¨ªan todav¨ªa m¨¢s las bases tributarias de los planificadores nacionales, entre otros, en lo que respecta a la disminuci¨®n o el abandono de las inversiones en materia de desarrollo sostenible.

Asimismo, tambi¨¦n estar¨ªa en riesgo nuestra capacidad mundial colectiva de reconectar el mundo una vez que hayamos dejado atr¨¢s a la COVID-19, as¨ª como de impulsar de nuevo una recuperaci¨®n econ¨®mica amplia e inclusiva.

La respuesta de la OACI ante la COVID-19

Desde las primeras fases del brote de COVID-19, la OACI ha pedido a los Estados y al sector de la aviaci¨®n civil que respeten la normativa de aviaci¨®n mundial pertinente y el ; asimismo, hemos adoptado medidas r¨¢pidas para abordar algunas necesidades inmediatas en lo que respecta a la mitigaci¨®n especial en relaci¨®n con las normas internacionales a fin de mantener los servicios a¨¦reos esenciales en condiciones de seguridad.

Del mismo modo, establecimos r¨¢pidamente un conjunto exhaustivo de plataformas, herramientas y recursos de supervisi¨®n de la pandemia patentados tanto para los Estados como para el sector, y creamos una innovadora aplicaci¨®n para conocer el estado en tiempo real de los aeropuertos de todo el mundo en respuesta a las peticiones del Servicio A¨¦reo Humanitario de las Naciones Unidas, gestionado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el cual result¨® fundamental para coordinar de manera eficaz las primeras medidas humanitarias destinadas a combatir la COVID-19.

Mientras contin¨²an estas labores, las siete oficinas regionales de la OACI siguen actuando como puntos de coordinaci¨®n clave para los pa¨ªses y el sector. Adem¨¢s, se encuentran al frente de la adaptaci¨®n de las medidas de respuesta de pa¨ªs a pa¨ªs de acuerdo con las directrices en materia de recuperaci¨®n, conocidas con el nombre de ¡°El despegue¡±, publicadas por el grupo de trabajo para la recuperaci¨®n de la aviaci¨®n del Consejo de la OACI, nuestro ¨®rgano rector residente en 36 Estados.

La OACI no ha escatimado esfuerzos a la hora de ofrecer orientaci¨®n con el fin de que la aviaci¨®n pueda volver a ponerse en marcha y recuperarse, as¨ª como de proporcionar asistencia espec¨ªfica a los Estados que la necesitan en el marco de su iniciativa ¡°Ning¨²n pa¨ªs se queda atr¨¢s¡± (NCLB).

Actualmente, la coordinaci¨®n estrecha y continua de las oficinas regionales con sus Estados acreditados y la sede de la OACI est¨¢ ayudando a mejorar la coordinaci¨®n entre los funcionarios de salud p¨²blica y de transporte a¨¦reo de un Estado a otro y a impulsar la recuperaci¨®n del sector en aquellos lugares en los que resulte prudente desde el punto de vista m¨¦dico.

Esta crisis exige medidas aceptadas mutuamente y armonizadas en el plano mundial y regional, y, en su conjunto, las medidas de la OACI han ayudado a mantener en funcionamiento las cadenas de suministro esenciales, han acelerado las repatriaciones de miles de ciudadanos desamparados en todas las regiones del mundo, han conservado las operaciones para la tripulaci¨®n y el personal a¨¦reos necesarios y han mantenido las muy necesarias capacidades de servicios a¨¦reos humanitarios y de emergencia.

Alianzas y eficacia del sistema de las Naciones Unidas

Aunque la situaci¨®n haya sido negativa para la aviaci¨®n internacional desde la aparici¨®n de la COVID-19, podr¨ªa haber sido mucho peor. Esto se debe a que la OACI y la OMS, junto con los Estados y los interesados del sector de la salud p¨²blica en los planos nacional y regional, ya hab¨ªan empezado a contemplar y abordar los riesgos que conllevar¨ªa una pandemia para la aviaci¨®n mucho antes de que esta ¨²ltima apareciese.

Como consecuencia del brote de SRAS y las lecciones aprendidas de ¨¦l, hemos trabajado para reunir a los gobiernos y otras autoridades bajo el Acuerdo de Colaboraci¨®n para la Prevenci¨®n y Gesti¨®n de Sucesos de Salud P¨²blica en la Aviaci¨®n Civil (CAPSCA). Su planificaci¨®n y coordinaci¨®n de la respuesta r¨¢pida result¨® fundamental para adoptar las primeras medidas en el ¨¢mbito de la aviaci¨®n.

Dado que la aviaci¨®n depende de la existencia de un flujo uniforme de pasajeros y mercanc¨ªas entre diferentes medios de transporte, la OACI ha colaborado estrechamente con las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en los ¨¢mbitos del turismo y el comercio internacionales.

Por ello, debo expresar nuestro profundo agradecimiento a nuestros compa?eros de la Organizaci¨®n Mundial del Turismo, la Organizaci¨®n Mar¨ªtima Internacional, la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones, la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo y el PMA por la importante alianza y colaboraci¨®n que tambi¨¦n han proporcionado para lograr nuestros objetivos comunes.

Adem¨¢s, ha quedado claro que la crisis de la COVID-19 nos brinda una oportunidad para desarrollar alianzas todav¨ªa m¨¢s s¨®lidas que permitan impulsar la identificaci¨®n y la implantaci¨®n de soluciones sostenibles frente a los desaf¨ªos mundiales. Estamos convencidos de que la vuelta a la normalidad tras la COVID-19 ya no es una opci¨®n y de que la colaboraci¨®n integral e intersectorial a todos los niveles volver¨¢ a situar al mundo en la buena senda para alcanzar los ODS.

De este modo, debemos adaptar a los ODS las medidas de recuperaci¨®n y respuesta frente a la COVID-19, as¨ª como colaborar para cumplir lo prometido como ¡°Una ONU¡±. Asimismo, resulta fundamental recordar el enfoque colectivo de las Naciones Unidas para encarar las desigualdades agravadas por la pandemia a trav¨¦s de un ¡°contrato social nuevo para una era nueva¡±, tal y como ha defendido el Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, en julio de 2020 con ocasi¨®n del D¨ªa Internacional de Nelson Mandela.

Oportunidades derivadas de la crisis

Es importante que todos los dirigentes recuerden que estos puntos de inflexi¨®n fundamentales no solo plantean desaf¨ªos, sino tambi¨¦n importantes oportunidades de reconstruir para mejorar.

Teniendo esto en cuenta, la OACI ya ha empezado a alentar la creaci¨®n de paquetes de apoyo econ¨®mico y financiero por parte de los Gobiernos con el fin de fortalecer la viabilidad financiera del sector, mejorar la gesti¨®n de riesgos y la preparaci¨®n ante situaciones de crisis en todo el sector de la aviaci¨®n y dar prioridad a unos servicios a¨¦reos m¨¢s ecol¨®gicos, as¨ª como a medidas y metas clim¨¢ticas m¨¢s ambiciosas.

Adem¨¢s, trataremos de desarrollar esta coordinaci¨®n m¨¢s eficiente y exhaustiva que la COVID-19 ha generado entre la OACI y la OMS, as¨ª como con otras organizaciones internacionales; fomentar nuevas mejores pr¨¢cticas en materia de enfermedades infecciosas y otras mejoras relacionadas con la salud; e implantar las ¨²ltimas tecnolog¨ªas de cribado y otras soluciones digitales para que nuestra red sea m¨¢s resistente y sostenible frente a las amenazas de pandemias futuras.

Para lograr unos buenos resultados en todos estos ¨¢mbitos, la innovaci¨®n ser¨¢ un aspecto fundamental, al igual que las labores del sistema de las Naciones Unidas destinadas a reconectar a las personas m¨¢s vulnerables y aisladas del mundo y para volver a encauzar el logro de los ODS durante esta importante D¨¦cada de Acci¨®n.

En las pr¨®ximas semanas, mientras impulsamos todas las medidas destinadas a garantizar una distribuci¨®n mundial eficaz y equitativa de las vacunas contra la COVID-19, nuestras alianzas en el marco de las Naciones Unidas ser¨¢n m¨¢s importantes que nunca. La OACI se enorgullece de haber cumplido con su importante funci¨®n multilateral en estos tiempos dif¨ªciles, y estamos seguros de que nos espera un futuro m¨¢s brillante.

Nota: Los datos citados en este art¨ªculo han sido facilitados por la OACI.

La Cr¨®nica?ONU? no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?