26 de junio de 2023

Las microempresas y las peque?as y medianas empresas (MYPIME) constituyen, casi literalmente, los cimientos de la economía mundial. Estos motores del crecimiento económico y del empleo representan el  a escala mundial.  

Sin embargo, para entender realmente la importancia que tienen las MYPIME en el comercio y el crecimiento económico, no podemos limitarnos a una serie de cifras abstractas. La historia de las MYPIME tiene más que ver con la mejora de la vida de las personas, los emprendedores y sus comunidades que con un conjunto de datos estadísticos. 

Bahauddin Agha, un agricultor del distrito de Pishin (Pakistán), utilizó una subvención financiada para instalar un sistema de riego que funciona con paneles solares. El vivero de vides de Bahauddin pasó de tener un empleado a contratar a seis, y los agricultores de los alrededores ahora visitan con frecuencia sus vi?edos para estudiar el sistema de riego que utiliza.

Bahauddin espera que su explotación se convierta en un modelo para otros agricultores de Pishin, a quienes anima a adoptar prácticas agrícolas más sostenibles. Esta es solo una de las muchas historias que ponen de relieve el impacto de las políticas comerciales, de ayuda y de desarrollo para las MYPIME, especialmente en un país como Pakistán, que se ha visto gravemente afectado recientemente por diversos desastres provocados por el cambio climático.

En la conmemoración del Día de las Microempresas y las Peque?as y Medianas Empresas, las historias como la de Bahauddin nos recuerdan el importante papel de las MYPIME para garantizar un crecimiento económico inclusivo, sostenible y conectado.

En una época en la que tantas tendencias de sostenibilidad mundial se están invirtiendo, las MYPIME son importantes socios y agentes de cambio que pueden ayudar a recuperar la senda hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las MYPIME desempe?an una función crucial en la creación de los 600 millones de empleos que se necesitan para cubrir la necesidad creciente de una mano de obra de aquí a para el a?o 2030. Las MYPIME y los peque?os agricultores también constituyen la mayor parte de los productores de alimentos del mundo y son fundamentales para unas cadenas agroalimentarias sostenibles en muchos países. También son impulsoras de innovación, creatividad y nuevas tecnologías, lo que las convierte en catalizadores para la consecución de unos sistemas de producción y consumo más sostenibles.

No obstante, como se ha visto en las numerosas crisis provocadas por la COVID-19, los conflictos, el cambio climático y el aumento del coste de vida, las MYPIME suelen ser las más castigadas cuando se producen shocks externos.  se?alan que el 60 por ciento de las microempresas y el 57 por ciento de las peque?as empresas se vieron afectadas por la pandemia, frente al 43 por ciento de las grandes empresas. Se estima que hasta un tercio de las MYPIME que encuestamos han cerrado permanentemente debido a la pandemia.

Ahora es más importante que nunca que la comunidad internacional reconozca la contribución de las MYPIME y que los gobiernos creen un ecosistema empresarial que permita a estas empresas no solo sobrevivir, sino prosperar. Como Directora Ejecutiva del ITC, me gustaría sugerir tres ámbitos clave en los que los gobiernos y las principales partes interesadas pueden prestar apoyo a las MYPIME.

En primer lugar, crear y respaldar argumentos comerciales claros para que las MYPIME realicen la transición verde. Las MYPIME de los países en desarrollo están especialmente expuestas a situaciones de escasez y fluctuaciones de los precios provocados por el clima. Según los , casi el 70 por ciento de las peque?as empresas del ?frica Subsahariana afirma que sus negocios están expuestos a importantes riesgos medioambientales, pero menos del 40 por ciento ha sido capaz de invertir en medidas para reducir esos riesgos.

Para crear un entorno en el que las MYPIME puedan resistir las condiciones climáticas y adaptarse a ellas, diversas partes interesadas, desde los responsables de políticas hasta las grandes empresas, tienen un papel que desempe?ar. El ITC ofrece una  para que los responsables de políticas y los agentes de la cadena de valor refuercen la resiliencia climática de las peque?as empresas. 

Aparte del apoyo al ecosistema, los argumentos comerciales para que las peque?as empresas sean más ecológicas son claros. Las MYPIME climáticamente inteligentes son más resilientes y obtienen ventaja competitiva al anticipar la demanda de productos y servicios relacionados con la sostenibilidad, o bien operando conforme a un modelo de negocio basado en un uso más eficiente de los recursos.  Para impulsar esos esfuerzos, el ITC lanzó el programa , que sitúa la sostenibilidad medioambiental en el centro de la competitividad de las MYPIME. El ITC también se ha asociado con el Gobierno de los Estados Unidos para lanzar la , que conecta a los compradores con PYME climáticamente inteligentes.

Con el apoyo del ITC, jóvenes emprendedores guineanos adaptaron sus modelos de negocio incorporando servicios de logística y entrega de productos en zonas urbanas durante la pandemia de COVID-19. Foto: Paul Traoré

En segundo lugar, reorientar las cadenas de suministro a favor de las MYPIME propiedad de mujeres. Las mujeres tienen un papel fundamental en la economía mundial y los estudios demuestran que cuando las mujeres encuentran un trabajo remunerado, los resultados son transformadores tanto para ellas como para sus comunidades. Tristemente, la participación de las mujeres en la economía dista mucho de la de los hombres, y la pandemia ha supuesto un retroceso de medio siglo en la causa de la igualdad de género. Las mujeres siguen enfrentándose a importantes retos, entre los que figuran realizar en mayor medida un trabajo de cuidados no remunerado, la falta de acceso a recursos financieros y toda una serie de barreras culturales y estructurales. Los argumentos comerciales para empoderar a las mujeres en el comercio son evidentes: las empresas exportadoras propiedad de mujeres suelen ser más rentables que aquellas, también propiedad de mujeres, que no exportan, aunque solo  son propiedad de mujeres o están dirigidas por ellas.

La comunidad internacional puede ayudar a las empresas dirigidas por mujeres adoptando medidas para ofrecerles un apoyo personalizado, como, por ejemplo, oportunidades de formación y de creación de redes adaptadas a sus necesidades, así como garantizar un entorno normativo favorable para la participación de las mujeres en el mundo de la empresa y el comercio. A través de la , el ITC trabaja con los gobiernos de sus países asociados para definir políticas de contratación pública con perspectiva de género. A pesar de ser un ámbito bastante especializado de la política comercial, el mercado es enorme: en los países desarrollados, la contratación pública representa casi el to. Sin embargo, es indignante que las empresas propiedad de mujeres solo representen el 1 por ciento de un mercado mundial de la contratación pública, el mercado cuyo valor asciende a , casi un 12 por ciento del PIB mundial total. La contratación pública con perspectiva de género constituye un paso clave para que los gobiernos apoyen a las MYPIME dirigidas por mujeres y propiedad de mujeres.

En tercer lugar, ayudar a las MYPIME a dar el "salto digital". En un mundo interconectado como el nuestro, los flujos comerciales se realizan cada vez más a través de canales digitales. Los  que, para las MYPIME, el éxito suele estar relacionado con el acceso a unos servicios conectados de alta calidad, como, por ejemplo, el transporte y la logística, los servicios financieros, las tecnologías de la información y la comunicación, y los servicios empresariales y profesionales. El acceso a servicios conectados atrae inversión extranjera, impulsa la innovación y genera mayores exportaciones para las peque?as empresas, a la vez que les ayuda a integrarse en las cadenas de valor internacionales.

Como ya vimos durante la pandemia, la conectividad digital muchas veces ha sido fundamental para la resiliencia y la competitividad de las MYPIME. Para impulsar la digitalización de las MYPIME, el ITC ha lanzado la , que ayuda a estas empresas a adquirir capacidades digitales que les permitirían convertir la conexión a internet en oportunidades económicas. Estas iniciativas deben complementarse con actuaciones públicas para garantizar el acceso asequible y universal a internet con las garantías necesarias, como la protección de la privacidad y la interoperabilidad de los servicios.

El 27 de junio, fecha en la que conmemoramos el trabajo que realizan las MYPIME de impulsar el desarrollo sostenible para un futuro mejor, los animo a trabajar juntos para crear un entorno propicio para que estas empresas alcancen su pleno potencial. Garanticemos que las MYPIME ocupan un lugar central en la transición hacia un futuro más inclusivo, sostenible y conectado.

 

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